Si usted está preparando un contrato y desea incluir una provisión para la resolución de un desacuerdo tanto como si está discutiendo la mejor manera de resolver un conflicto, tiene que decidir cual proceso de resolución se adapta a su situación.
El litigio involucra la presentación del asunto antes de un juez y puede ser un proceso lento y costoso. Normalmente, la mediación es más rápido, más barato, y permite que ambos partes lleguen a un acuerdo a través de un partido neutral. Pero lo bueno es que si no quiere llevar el asunto a los tribunales y los dos grupos no pueden llegar a un acuerdo, existe una tercera opción que se llama “el arbitraje.”
¿Qué es el arbitraje? Al igual que la mediación, el arbitraje implica a un tercero neutral—un árbitro o un panel de árbitros—que aplica las leyes a los hechos del desacuerdo para resolver el conflicto. La diferencia entre la mediación y el arbitraje es que dicha resolución no es el resultado del mutuo acuerdo ni del compromiso entre ambas partes, sino que viene por causa del veredicto del árbitro.
¿Por qué elegir el arbitraje? A diferencia de un proceso judicial, los procesos de un arbitraje son privados—una gran ventaja si los partidos involucrados no desean hacer público la naturaleza de su disputa. Además, el arbitraje suele ser más rápido y barato que el litigio. Al tener reglas y procesos más simples, el horario es mucho más flexible a los de la corte que muchas veces demoran en fijar cita por estar tan ocupados. El arbitraje se puede proseguir nacional e internacionalmente y es un método de resolución muy común en las disputas internacionales, especialmente cuando un partido no tiene confianza en el sistema judicial extranjero. Sin embargo, ya que el árbitro tiene que escuchar a los argumentos y evidencia de ambos lados, el arbitraje aún puede tornarse largo y costoso. Ya que los factores que impactan la decisión de continuar con el arbitraje en vez de los otros métodos son varios y cambian en cada caso, es preferible tomar esta decisión después de haber consultado con un profesional legal que tiene experiencia.
Hay dos tipos del arbitraje: vinculante y no vinculante. En un proceso del arbitraje vinculante, ambos grupos llegan a un acuerdo de antemano que el veredicto hecho por el árbitro será definitiva, ejecutable por un tribunal y sin muchas maneras de hacer una apelación. En un proceso de arbitraje que no es vinculante la decisión del árbitro actúa más como un asesoramiento y solo recibe poder si las dos partes la aceptan.
Aquí en Sumsion Business Law, estamos listos para asistirle en todas sus necesidades de arbitraje. Si está preparando un contrato con una provisión para la resolución de conflicto como si está buscando asesoría de arbitraje, ¡póngase en contacto con nuestro equipo legal con experiencia en el asunto!
Fuentes:
https://www.americanbar.org/groups/dispute_resolution/resources/DisputeResolutionProcesses/arbitration/
https://www.dol.gov/agencies/ofccp/faqs/arbitration
https://www.siac.org.sg/71-resources/frequently-asked-questions/174-what-is-the-difference-between-arbitration-and-mediation#:~:text=In%20an%20arbitration%2C%20the%20arbitrator,dispute%20and%20makes%20a%20decision.&text=In%20a%20mediation%2C%20the%20mediator,arrive%20at%20an%20agreed%20solution.
https://www.americanbar.org/groups/business_law/publications/blt/2015/12/07_veasey/
https://www.nolo.com/legal-encyclopedia/arbitration-pros-cons-29807.html